Esta semana ha sido fructífera en actividad física, cosa que me ha llenado de satisfacción. Hace ya más de dos meses que no practicaba ningún tipo de deporte ya que, desde ese tiempo, dejé de ir al gimnasio. Tal decisión fue tomada porque cada vez eran más y más frecuentes las excusas para no ir y, cuando lo hacía, para compensar las ausencias, me daba tales palizones en dobles sesiones de fitness, que me temo que hacían mella en mi cerebro generando endorfinas de pereza.
En mi intención de adentrarme en “actividad física”, empecé poniendo en práctica un dicho de mi pueblo y del que mi madre, con frecuencia, hace recurso: “Vale más un continuo que cien reventones”. Y así es como nació la pretensión de crear hábito en el saludable ejercicio de andar una media de 3 horas por la tarde (aunque ya he bajado la cuota a 2 horas solamente).
Como mi fuerza de voluntad es inversamente proporcional al confort del sofá en las sobremesas de televisión y siesta, para vencer la desgana he tenido que decantarme por pasear en aquellas calles comerciales repletas de escaparates que me atraen como un canto de sirenas.
De esta manera no es de extrañar que cada día haya regresado a casa cargado con alguna compra y muy cansado (aunque de esto último hayan tenido más culpa las rebajas). En fin, soy consciente de que los paseos me han salido por un ojo de la cara. El gim habría sido más económico. Pero tampoco era plan desaprovechar las oportunidades de saldo que se me presentaban al alcance de la vista.
No tienes escusa alguna, con lo cerquita que tienes el campo, deberías andar en dirección contraria a la que haces habitualmente, es decir, dirección Valladolid, y si es posible, tira un poco a la izquierda y así, seguro que no te encuentras ningún escaparate, es mas, con un poco de suerte nos traes una liebre. No has oído nunca eso de " LA NATURALEZA ES SABIA ", lo malo es que a ti te tira mas EL CORTE INGLES.
ResponderEliminarEs que esa zona que me recomiendas, me parece el Finis-terre de Palencia. Claro que la Naturaleza es sabia, naturalmente que sí. Pero, por el hecho de que no frecuente aquellos espacios donde la encontramos en estado puro, no quiere decir que no la respete y cuide, y que no me preocupe de ella, y del Medio que nos rodea. Tanto que, precediendo del mundo rural y lejos de tener vocación de lebrel sin miedo a la tularemia, he adquirido un alma no sé si de cántaro o de urbanita, pero oigo las voces de la llamada de la jungla (DEL ASFALTO, NATURAL MENTE). Tú, ¿qué clase de anónimo eres?. Por favor, dame una pista
ResponderEliminarAunque procedas de la Noble población de Paredes, población rural, has echado raíces muy profundas en la URBE y ha cegado por completo tu autentico espíritu. Lamento que hagas oídos sordos a la llamada de la naturaleza y te apegues con tanto entusiasmo a aquello que tanto daño esta causando en tu economía. En cuanto a tu interés por mi persona, he de informarte, que senderos entre mi tierra y la tuya nos unen y ambos de tipo familiar.
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